La canciller alemana, Angela Merkel, y el exsecretario de Estado de EE.UU. Henry Kissinger rechazaron el aislacionismo y el proteccionismo al evocar el Plan Marshall que impulsó la reconstrucción de Europa tras la II Guerra Mundial y que los dos ven como un ejemplo de cooperación internacional.
En un acto celebrado en el Museo Alemán de Historia de Berlín, con motivo de los 70 años del Plan Marshall, tanto Merkel como Kissinger evitaron mencionar al actual presidente de EE.UU., Donald Trump, pero sus discursos estaban cargados de mensajes en dirección suya.
"Espero que el futuro no deshonre al pasado", dijo Kissinger al final de su intervención en la que había definido el Plan Marshall como un rechazo a la tentación de que Estados Unidos volviera al aislacionismo de los años posteriores a la I Guerra Mundial.
Merkel, por su parte, dijo que George Marshall, el secretario de Estado de EE.UU. en 1947 que le dio nombre al plan, "estaba convencido de que el comercio internacional favorecía a todas las partes y de que el proteccionismo y el aislacionismo a largo plazo sólo traen desventajas".
El discurso en el que Marshall presentó su plan para la reconstrucción de Europa fue pronunciado el 7 de junio de 1947 en la Universidad de Harvard y, según Kissinger, sin dramatismo alguno.
"Marshall leyó su manuscrito sin levantar la vista del papel", dijo Kissinger.
Años después, en 1961, Kissinger le preguntaría al expresidente de EE.UU. Harry Truman -el superior inmediato de Marshall- cuál era el logro político que más le enorgullecía.
"Si de algo estoy orgulloso, me dijo Truman, es de haber contribuido a que la Alemania vencida volviera a la comunidad de naciones", recordó Kissinger.
La base para ello había sido el Plan Marshall, cuya generosidad para Alemania, según Merkel, era algo que en 1947 no podía darse como algo obvio ya que el país, "con la II Guerra Mundial y la quiebra de la civilización provocada por el Holocausto, había llevado al mundo un dolor inconmensurable".
Marshall, dijo Merkel, decidió no plantear el futuro "en términos de vencedores y vencidos, lo que a la larga solo trae derrotados", sino a partir de la conciliación de intereses.
"George Marshall quería impulsar la reconstrucción de Europa a partir de una estrecha relación con EE.UU., lo que también favorecía intereses estadounidenses", dijo.
Frente a la amenaza soviética, Marshall, según Merkel, buscaba crear una relación con Europa a partir de una comunidad de valores.
"El Plan Marshall partía de una serie de valores compartidos como la libertad del individuo, el imperio de la ley, el respeto a la dignidad económica y la defensa de un orden económico libre que en Alemania encontró expresión en la economía social de mercado", señalo Merkel.
Tanto para Merkel como para Kissinger, el Plan Marshall puede verse como un antecedente de la alianza transatlántica y, con la contribución para que los estados europeos superaran sus viejas enemistades, también como algo que favoreció el proceso de integración europeo.
En ese contexto, Merkel recordó que este año se celebraron los 60 años de los tratados de Roma y dijo que la UE le había dado a Europa "décadas de paz y de prosperidad como nunca antes había tenido".