Madrid es la peor de las diez grandes ciudades para los ciclistas y Sevilla y Valencia las mejores, según un informe difundido hoy por la Organización Nacional de Usuarios (OCU), que señala también que el principal inconveniente para subirse a la bici es el exceso de tráfico.
La OCU ha elaborado una encuesta entre 3.685 vecinos de diez grandes ciudades españolas para averiguar su opinión sobre el uso de la bicicleta, los servicios de alquiler, aparca-bicis, facilidad para acceder al transporte público, densidad y velocidad del tráfico y condiciones de las vías ciclistas.
Según este sondeo, los usuarios echan en falta más infraestructuras como carriles-bici, más y mejores aparcamientos específicos y unos buenos servicios de alquiler.
Al mismo tiempo, critican la escasa intermodalidad de la bici con el transporte público y dicen que los accidentes y los robos tampoco animan a utilizarla. De hecho, el 26 por ciento de los ciclistas asegura haber sufrido un accidente en los últimos cinco años y el 29 por ciento, un robo.
Entre las ciudades analizadas, Madrid destaca por el poco uso que se hace de las bicicletas, pese a que existe una buena cantidad de kilómetros de vías ciclistas destinados a tal fin, la mayoría en el extrarradio.
Dicen los usuarios que la polución y el exceso de tráfico tampoco animan a coger la bici y se quejan de la calidad del servicio de alquiler y de la falta de aparcamientos específicos para bicicletas.
Valencia y Sevilla, por el contrario, están a la cabeza en el uso de la bicicleta.
En la ciudad del Turia es donde más ciclistas salen a la calle, ya sea ocasionalmente o de manera habitual, y la bici es el principal medio de transporte para un 12 por ciento de los encuestados.
Sevilla, por su parte, cuenta con las mejores vías ciclistas y el mejor servicio de alquiler aunque, no obstante, tiene también el mayor porcentaje de ciclistas que han sufrido un accidente, con un 33 por ciento, y los usuarios lamentan el mantenimiento de las infraestructuras.
En Bilbao los ciclistas encuentran un obstáculo añadido al clima más frío: las cuestas de la propia ciudad y sus alrededores no invitan a usar la bici, mientras que Murcia tiene la peor red ciclista señalizada, la más incómoda y la más insegura; pese a ello, su empleo es bastante alto.
Barcelona dispone de muchos kilómetros de vías ciclistas y un buen servicio de alquiler, si bien tiene un volumen de ciclismo urbano modesto.
En Palma, pese a un clima y una orografía favorables, existen algunos puntos negros, como la falta de mantenimiento de las vías ciclistas y un diseño mejorable.
La red de carriles bici en Zaragoza adolece de problemas de conectividad, en tanto que en Málaga se quejan de la falta de vías para ciclistas y, en Las Palmas, la orografía de la ciudad se une a la carencia de infraestructuras y las dificultades de combinar bicicleta y transporte público para desincentivar su utilización.
