El juicio contra Singul ha sido el primer gran caso mediático enjuiciado en la nueva Ciudad de la Justicia, en el que el acusado afronta casi dos años de cárcel por intentar agredir sexualmente a dos mujeres a las que presuntamente siguió, y ante las que se acabó masturbando, en el barrio barcelonés del Eixample.
Los nuevos hechos que la Fiscalía imputa a Singul sucedieron el pasado 10 de mayo, a los dos meses de que quedara libre tras cumplir en Francia su última condena por exhibicionismo ante una niña, que se sumaba a un largo historial de antecedentes por múltiples violaciones de las que sólo cumplió 16 años de cárcel, pese a estar condenado a 65.
Singul se proclamó inocente y utilizó como coartada el acecho mediático de que ha sido víctima en los últimos meses al insistir en que no pudo cometer los hechos que se le imputan porque desde que regresó de Francia vive confinado en casa, ya que siente “pánico” de la prensa.
Según el acusado, que reside con sus padres en un piso próximo al lugar donde sucedieron los hechos, en los últimos meses sólo ha abandonado su domicilio en un par de ocasiones para acudir a su propio juicio por otro reciente intento de agresión sexual del que fue absuelto y cuya sentencia, ha añadido, “estaba esperando” para irse a vivir fuera de Cataluña.
“Parece que hay interés en que pague por una condena que ya pagué”, lamentó un arrepentido Singul que, no obstante, admitió que cree “lógico” que la sociedad piense que debe cumplir más años de los que pasó entre rejas.
El segundo violador del Eixample dijo sentirse “arrepentido y avergonzado” por su pasado, al tiempo que reclamaba rehacer su vida.