Antonia Martínez Novas, Toñi para los amigos, trabaja como administrativa en el Ayuntamiento de Cádiz, pero es conocida por la mayoría del mundo cofrade de la capital gaditana.
Casada y madre de dos adolescentes que le sacan ya más de una cabeza, es una artista. Toñi ha sabido aprovechar su vida y sacarle el jugo. Clases de canto, forma parte de la Camerata del Gran Teatro Falla y es integrante de la Ensemble Stella Maris.
Con sangre gallega y gaditana, Antonia se enfrenta este jueves a uno de los retos más importantes de su vida, ofrecer el pregón de la Virgen del Rosario. La cita será en el convento de Santo Domingo a partir de las ocho de la tarde.
En su currículum, que encabeza el ser Graduado Social por la Universidad de Granada, ya tiene antecedentes en estos menesteres. Ha pregonado a la Virgen de la Caridad, a la Virgen de la Salud de Cádiz. ha sido oradora del Sermón de las Siete Palabras. Esta mujer, que es capaz de redactarte una nota de prensa de cualquier tema, así como atender con la mejor de sus sonrisas al más despistado que aparezca por las oficinas del gabinete de prensa del Ayuntamiento, ha colaborado con artículos y fotografías en boletines de hermandades y revistas.
La suerte está echada para la jornada, pero lo que sí está claro es que Toñi le habrá puesto muchísimas ganas, mucha fé y una importante dosis de amor porque se dirige a la Madre de todos los gaditanos.
Para un cofrade puede haber dos grandes pregones para dar en su tierra, el de la Semana Santa en Cuaresma y el de la Patrona. Además de una responsabilidad, ¿qué piensa a escasas horas de ponerse delante de Ella?
–En estos momentos me puede la enorme responsabilidad. Una se preocupa por las cosas típicas: si seré capaz de llegar a la gente, si el pregón va a gustar, si voy a ser capaz de controlar la emoción, si no me equivocaré mientras lo leo. Lo que sí estoy es muy ilusionada y debo reconocerlo, muy nerviosa.
Un pregón es una exaltación, en este caso, de la Virgen María, madre de todos los gaditanos. Pero, quitando esa parte del todo es bonito, ¿qué echa de menos en la festividad de toda una Patrona de la ciudad?
–Desconozco si en otras fiestas patronales se hace algo distinto a lo que se hace en Cádiz. En otros lugares, la patrona coincide con la feria principal, pero ese no es el caso de Cádiz. La verdad es que yo soy una persona muy optimista y suelo ver siempre el lado bueno de las cosas y me dedico a disfrutar de lo que hay, sin plantearme otras cuestiones.
¿Cree que quitando a los dominicos, son pocos los que tiran del carro para engrandecer la fiesta de la que es la primera de las vírgenes de la ciudad? ¿Hay poca implicación del cofrade de a pie en general y de las cofradías en particular?
–Los dominicos cuidan con mucho mimo a la Patrona, pero estoy convencida, que si hiciera falta habría muchas personas que se acercarían a echar un cable a la Virgen del Rosario.
Los gaditanos realmente quieren a su Patrona. Eso se nota en los días de su novena, donde no cabe un alma y en las calles a su paso.
Con respecto a los cofrades, cuando se les ha citado suelen responder, hay que tener en cuenta que una cofradía implica mucho trabajo y es difícil diversificarse.
Un deseo. Para su pregón y para la jornada del viernes
–Que todo transcurra con la más absoluta normalidad y que los gaditanos disfrutemos de nuestra Patrona, la Virgen del Rosario.
Para el pregón me gustaría que la gente se sintiera identificada con lo que digo y no se aburra.
Dentro de esas palabras dirigidas a la Virgen del Rosario, Antonia Martínez Novas lleva incluidos varios poemas, así como tres canciones que interpretará el Ensemble Stella Maris. Dos de esas piezas se han compuesto ex profeso para este momento tan especial. Nuestra pregonera sabe que puede llegar el momento en el que le invada la emoción. Hace tan sólo unas semanas fallecía su padre, al que adoraba, después de una larga enfermedad. No obstante, ella sonríe, como siempre, con una mirada clara y sincera, de ahí ese brillo traicionero, y afirma que “ellos -su padre y su madre- estarán conmigo en el Pregón”.