Málaga podría decretar este mismo jueves un nivel alto de insalubridad pública tras diez días de huelga de basura que dejan más de 4.000 toneladas de residuos en las calles. Un extremo que permitiría al Ayuntamiento de la capital retirar la basura por motivos sanitarios, y que se uniría a la decisión adoptada el pasado martes para contratar a una empresa externa a Limasa, que actuó en diferentes puntos del centro, Cruz de Humilladero y Carretera de Cádiz por motivos de seguridad. Algo que se repetió también en la jornada de la tarde de este miércoles. No sin polémica.
Al fuerte dispositivo policial que acompañó a la empresa, se unieron las críticas del comité de empresa que consideró la decisión “una provocación a los trabajadores” y responsabilizó al Consistorio de los posibles altercados que tuvieran lugar. Málaga para la Gente tachó ayer la postura de “inmoral” e “ilegal”. “Pretender arreglar un conflicto laboral usando esquiroles es como echar gasolina al fuego”, advirtió el portavoz de la coalición, Eduardo Zorrilla.
La Junta negó ayer ampliar los servicios mínimos establecidos tras la petición de la empresa que reiteró, casi desde el inicio de la huelga, su incumplimiento. La Dirección General de Relaciones Laborales de la Consejería de Economía pidió a la empresa y al comité que son los responsables de garantizar los servicios mínimos y avaló la correlación entre los incidentes denunciados con las averías de vehículos.
