Jonathan Moya, condenado a 23 años y siete meses de prisión por el secuestro y asesinato en 2012 de la bebé de 16 meses de Palma del Condado (Huelva) Míriam Cuerda, será juzgado este martes por vender presuntamente por 10.000 euros una máquina retroexcavadora propiedad de su exsuegro sin el consentimiento de este.
Moya González, quien antes de que un jurado popular le declarase culpable por unanimidad del crimen de la bebé onubense en la vista oral celebrada en noviembre ya acumulaba varias condenas en firme por varios delitos de estafa, de apropiación indebida o de falsedad documental, se enfrenta, en este caso, a penas que suman cinco años de cárcel.
La vista oral, señalada en el Juzgado de lo Penal 2 a partir de las 10,00 horas, ha sufrido dos aplazamientos; uno en febrero de 2015 y, el último, en noviembre ya que coincidía con el calendario de sesiones del juicio con tribunal de jurado que se celebró en la Audiencia Provincial.
Jonathan Moya está imputado, con la circunstancia agravante de reincidencia, como presunto autor de un delito de estafa en concurso ideal con un delito de falsedad en documento mercantil, por lo que el Ministerio Público solicita, además de la pena privativa de libertad, el pago de una multa de nueve meses a razón de 12 euros al día.
El escrito de calificación provisional, al que tuvo acceso Europa Press, recoge que Moya González formalizó la venta de la máquina retroexcavadora con un tercero el día 2 de marzo de 2012 en el municipio de Tabernas y que recibió a cambio la cuantía 10.000 euros pese a que era propiedad de la empresa de construcciones de la que es dueño su entonces suegro.
Según el Ministerio Público, lo hizo "sin ningún tipo de autorización, simulando ser el dueño y tras suplantar de forma fraudulenta, mediante imitación de la firma del legítimo propietario" en los documentos de venta y transporte del vehículo.
La máquina pudo ser recuperada y entregada a los denunciantes con posterioridad si bien esto generó unos gastos de 1.138,70. Remarca el fiscal que el comprador perdió la propiedad y, además, "no ha podido recuperar los 10.000 euros que pagó", por lo que interesa indemnizaciones para los perjudicados por ambos montantes.
Moya González fue condenado por la Audiencia Provincial de Almería a 23 años y siete meses de prisión por secuestrar a Míriam Cuerda en diciembre de 2012 arrebatándosela a su madre, de quien había sido pareja sentimental, y asesinarla con alevosía golpeándola "con fuerza y en repetidas ocasiones" en la cabeza "con un objeto contundente y plano". Lejos de auxiliarla, una vez estaba en estado comatoso, la envolvió "en film transparente con el propósito de asfixiarla" para después arrojar su cuerpo, en el interior de una bolsa de deporte con piedras, a una balsa de riego.
La sentencia de la Sección Tercera fijó, asimismo, la responsabilidad civil en 300.000 euros a abonar a la madre de la pequeña, Gema Cuerda, a la que no podrá acercarse a menos de 500 metros durante un periodo de 43 años.
Jonathan Moya será enjuiciado en mayo, también en la Audiencia Provincial aunque con un tribunal profesional, acusado de agredir sexualmente a Gema Cuerda antes de llevarse a su hija. El fiscal interesará para él la pena de 12 años de cárcel.