Colaborar en casa y leer son actividades que ayudan a los escolares a reincorporarse a la rutina escolar tras las vacaciones de Navidad que llegan a su fin tras disfrutar de la última de las fiestas, el Día de Reyes.
Así lo consideran expertos y padres de alumnos, que consideran adecuado este periodo de descanso, aunque reclaman a las administraciones medidas para poder conciliar.
El presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), José Luis Casero, considera que deben existir más actividades lúdicas en ayuntamientos y colegios en estos periodos, aunque se trate de fechas para que los niños descansen y estén con sus familias.
"Los niños se tienen que acostumbrar a las rutinas después del periodo vacacional. Hay dificultades de sueño, de apego a los padres, les cuesta incorporarse, pero poco a poco deben aprender que tienen sus obligaciones escolares. Al final el reencuentro con profesores y compañeros de colegio les encanta", agrega.
En este sentido, el Colegio Europeo de Madrid y la Escuela Infantil Europea BEBIN de Madrid recomiendan optar por un punto intermedio entre la rutina escolar y la diversión de las vacaciones para que la vuelta al cole no se convierta en una odisea tras las vacaciones.
Así, ven una buena opción aprovechar este tiempo para que los más pequeños ayuden en las tareas del hogar, como a la hora de hacer la cama, doblar la ropa o acompañar a los mayores a hacer la compra.
FLEXIBILIDAD
Respecto al tema de los horarios, creen que los padres deben ser flexibles, siempre que los niños duerman las horas adecuadas y lleven un ritmo de descanso, higiene y alimentación acorde a su edad y a las costumbres familiares.
En cuanto a las horas de sueño, dicen que los niños en vacaciones deben dormir más, porque su actividad física se incrementa y es una cuestión de necesidad, siempre dependiendo de las rutinas que adopten.
Por otro lado, Casero considera que, en general, "las vacaciones están, en principio, bien distribuidas", aunque precisa que las de verano quizá son demasiado extensas. "Las de Navidad están bien porque los niños tienen que descansar y estar en familia pero quizá son un pelín largas porque los padres no disponen de tantas vacaciones, y se tienen que organizar", apostilla.
De hecho, los representantes de los padres de alumnos reclaman que se repartan mejor el calendario de las vacaciones escolares, para algunos "demasiado extensas y mal repartidas a lo largo del año", ya que generalmente no libran los mismos días que sus hijos y deben organizarse con sus familiares, amigos o vecinos para que los menores estén atendidos y no solos en casa.
APERTURA DE CENTROS
Además, urgen a la administración pública y a las empresas a favorecer la conciliación en estas fechas y, por ejemplo, que más centros escolares o ayuntamientos abran sus puertas para actividades lúdicas y formativas, de forma que los menores estén entretenidos.
"En las vacaciones es muy difícil para las familias el poder conciliar porque no hay ningún trabajo que pueda tener tantas vacaciones para equipararlas a las escolares. Hay comunidades autónomas que hacen programas de aperturas de centros escolares, donde se hacen actividades lúdicas. Eso es una alternativa", defiende desde la Confederación de Padres de Alumnos (CEAPA) su presidente, Jesús Salido.
A su juicio, es una buena idea para ayudar a las familias, que tienen que trabajar. "Lo lógico es que haya espacios donde los niños puedan estar. Lo que no es beneficioso es que estén solos en casa porque no todo el mundo tiene familiares o vecinos con los que organizarse. Las instalaciones públicas tienen que aprovecharse al máximo y el entorno educativo es el ideal", subraya.
En cuanto a si hay excesivas vacaciones escolares, Salido subraya que éstas son necesarias, si bien no comparte que una semana antes de los 15 días libres se haga presión a los chavales con exámenes, por ejemplo. "Ésta no es una forma relajada de dar contenidos, sino una presión de un sistema. Con vacaciones largas se rompen los ritmos escolares. Es un modelo pensado en un modelo de fábrica", sostiene.
"MAL REPARTIDAS"
Mientras, el presidente de la Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA), Luis Carbonel, cree que las vacaciones están "mal repartidas" porque en verano son "muy largas", mientras que "en el último trimestre del año son muy cortas". "Realmente convendría intentar distribuirlas mejor, reduciendo las de verano y ampliando Semana Santa para compensar los periodos de descanso", apostilla.
En este sentido, destaca que el problema que surge durante las mismas es que los padres deben ir a trabajar, los niños quedarse en casa, y faltan medidas de conciliación. Por ello, pide que se adapten los horarios laborales a los de vacaciones escolares de los menores "para que la familia pueda estar junta".
A su vez, comparte otras medidas, como que los colegios abran parte de las vacaciones con actividades formativas lúdicas. Para la adaptación de los menores al ritmo escolar, Carbonel sostiene que en vacaciones no deben apartarse del todo los deberes y se debe leer.
Begoña Ladrón de Guevara, de la Confederación de Padres y Familias (COFAPA) no considera que haya demasiadas vacaciones escolares, pero sí advierte del "problema serio de conciliar" durante las mismas para los padres. "Me gustaría mayor flexibilidad en el ámbito laboral para que los padres pudieran hacer compatibles las dos realidades. No solamente en época escolar, en todos los momentos, la conciliación familiar y escolar está pendiente y entre todos debemos concienciarnos, no sólo la administración, también las empresas", resalta.
De hecho, sí apuesta por que centros escolares abran sus puertas también en estas fechas para que los niños puedan desempeñar otro tipo de actividades que normalmente no realizan, como jugar con sus compañeros, actividades deportivas, ocio. "Son momentos que para las familias son una ayuda", indica.
La portavoz de COFAPA también insiste en que para volver a recuperar el horario escolar normal es conveniente que durante las vacaciones los menores por ejemplo se involucren en las tareas de casa o leer. "Hay que mantener ese horario en casa, un nivel de exigencia, flexible, pero manteniendo rutinas para que la vuelta al cole sea más sencilla", concluye.