El tiempo en: Punta Umbría

Jerez

Fallece el hermano Adrián del Cerro a los 92 años

Sus restos van a exponerse en el Santuario de San Juan Grande

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai

El hermano Adrián del Cerro falleció ayer a los 92 años de edad, motivando el lógico pesar en el entorno de la Orden Hospitalaria y del Hospital San Juan Grande, en el que durante años llevó a cabo buena parte de su labor asistencial.

La capilla ardiente se ha instalado de manera provisional en el salón de actos de este centro, estando previsto que tras la eucaristía de las 12.00 horas se traslade al Santuario de San Juan Grande, donde a mediodía de mañana lunes tendrá lugar el funeral.
 

El popular hermano Adrián nació en Retamoso de la Jara (Toledo) en 1923, ejerciendo desde 1962 su acción solidaria de amor, de entrega, de sacrificio, de virtud, de trabajo y de santidad en la ciudad de Jerez. Cursó la primera enseñanza en una escuela unitaria que había en su pueblo atendida por un solo maestro. Después de realizar en Madrid el servicio militar, en 1950 ingresó en el noviciado de la Orden de San Juan de Dios en Ciempozuelos (Madrid).
 


Fue en 1952, en una ceremonia solemne celebrada en la iglesia del propio hospital de Ciempozuelos, cuando hizo sus votos temporales de pobreza, obediencia, castidad y hospitalidad. Ya como fraile, el prior le comunicó que iba a ser enviado a su nuevo destino, concretamente al Sanatorio de Santa Rosalía de Jerez. Cinco años pasó en la ciudad cuidando a los niños enfermos del Sanatorio y ayudando al hermano Domingo a recaudar fondos y víveres para el sostenimiento del centro.
 

En 1957 fue trasladado a la clínica de Nuestra Señora de la Paz en Madrid, un año después a Ciempozuelos y ya en 1962 regresó a Jerez, donde desarrollaría una notable labor social desde su reincorporación al  Sanatorio de Santa Rosalía, procurando sin ir más lejos que nunca faltaran los recursos necesarios para atender a los niños víctimas de la poliomielitis y la tuberculosis.

Además era habitual su presencia en la calle como limosnero, solicitando ayuda económica para atender todo tipo de necesidades.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN