No obstante, el portavoz del comité de empresa de la contrata de Acerinox, Francisco Moreno, hizo referencia a que unos 30 trabajadores pertenecientes a Instalaciones de Abantia-Ticsa no secundaron la huelga, “aunque siete u ocho sí lo hicieron”, matizó. Al mismo tiempo, reconoció que, sin llegar a producirse incidentes de importancia, esta treintena de empleados fueron increpados por los reivindicantes en el momento de acceder a su puesto de trabajo.
Así y todo, según el sindicalista de UGT los algo más de 130 trabajadores de Mantenimiento secundaron el paro como ya lo habían hecho en los tres días anteriores de marzo. Antes de las 6.00 horas se produjo una reunión a las puertas de Acerinox en la que los empleados fueron informados de los últimos acontecimientos, como los contactos que se mantuvieron el pasado miércoles con la empresa.
Moreno hizo referencia a que la postura de mantener el paro es altamente mayoritaria, si bien reconoció que “unos 10 o 15 trabajadores se inclinan, también de una manera lícita, por no perder dinero con la huelga y continuar con la denuncia que hay pensada presentar ante el juzgado, aunque igualmente han mostrado su seguimiento a la huelga”, aclaró.
Maersk
En el Puerto, un buen número de contratas de Maersk se pusieron ayer en huelga a partir de las 8.00 horas, en este caso con un seguimiento del 100%, según aseveraba ayer el secretario de Industria a nivel comarcal de Comisiones Obreras, José Lloret. Este diario trató ayer de ponerse en contacto con Maersk para conocer su versión acerca del seguimiento de la huelga y el modo en que ésta haya podido aceptar al movimiento de contenedores en el puerto. Desde Maersk no se adoptó oficialmente ninguna postura al respecto.
La huelga, motivada por el despido de 27 trabajadores de las contratas -cinco de ellos tras la convocatoria del paro- se mantendrá en principio hasta el próximo lunes a las 6.00 horas, según informaron los sindicalistas. La convocatoria es conjunta por parte de UGT, Comisiones Obreras, CGT y USO, y están llamados a secundar el paro unos 500 trabajadores de las contratas.
En el caso de Abantia-Ticsa, la huelga se reanuda después de haber sido aplicada desde el 25 al 28 de marzo, y tras un parón de 15 días en virtud del periodo de aplicación del ERTE.
El delegado sindical de Comisiones Obreras José Lloret acusó a las empresas contratadas por Maersk contra las que se hace la huelga de intentar adulterar el proceso e intimidad a los trabajadores “mediante una maniobra de desinformación”, en el sentido de que “han lanzado bulos sobre una posible ilegalidad de la huelga”, se lamentó.
Lejos de todo esto, Lloret defiende la legitimidad de la protesta, que se habría llevado a cabo a través de los cauces legales oportunos, y elogió la respuesta “unánime” de los trabajadores ante lo que no dudó en calificar de “coacción” por parte de las contratas.
Despidos
El motivo de la huelga en las contratas es el despido reciente de 22 trabajadores de las empresas, así como el cese en sus funciones de otros cinco empleados durante el proceso de reivindicaciones. El responsable de CCOO ha reiterado su llamamiento a la empresa principal “para buscar acuerdos que permitan superar la actual coyuntura económica sin pérdida de empleos”, como podría ser un ERTE similar al de Acerinox.
La huelga de la contrata de Acerinox Abantia Ticsa, motivada por el supuesto incumplimiento de las condiciones pactadas para los trabajadores en una reunión celebrada en marzo bajo la presidencia del delegado de Trabajo, Juan Bouza, está causado ya algunos estragos en la actividad de la acería, según comentaron ayer fuentes cercanas a la compañía.
La razón es que Ticsa es la encargada de encender las máquinas y de efectuar las reparaciones oportunas, y de hecho ya se han detectado algunos problemas que no han podido ser subsanados. Además, a Acerinox le une un contrato mercantil con Ticsa que impide la contratación temporal de otra empresa que pueda efectuar el trabajo en su lugar, citaron las mismas fuentes.
Este es precisamente el efecto buscado por los sindicalistas con su protesta, ya que consideran que el daño que la huelga pueda hacer a Acerinox motivará a esta compañía a hacer las gestiones que faciliten la negociación con la dirección con Ticsa y, con ella, una solución que resulte satisfactoria para todas las partes. El último intento de acercamiento tuvo lugar la pasada semana, en que se ofreció a los trabajadores una reunión con fecha de mañana miércoles a cambio de paralizar la huelga. El comité se negó.
