El centenar de alumnos -70 residentes y 30 de la unidad de día- del Centro de Recuperación de Minusválidos Físicos (CRMF) de San Fernando tendrá que esperar hasta mediados del próximo mes de octubre para poder iniciar el curso.
Una situación que viene derivada de la importante y necesaria reforma a la que está siendo sometida en estos momentos el centro, que fue inaugurado en 1997 y que, aunque ha tenido actuaciones parciales, lo cierto es que casi urgía adaptar las instalaciones a los tiempos actuales que corren.
De hecho, desde el IMSERSO se han destinado 2,2 millones de euros para unas obras que contemplan la remodelación de las dos residencias, además de reformas en otras zonas como lavandería, cocina o talleres, sin olvidar también los accesos.
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El problema radica en que muchos de esos cien alumnos se encuentran cursando estudios, tanto de nivel medio como superior, siendo muchos de ellos procedentes de diversos puntos de la geografía nacional, por lo que usan el CRMF como lugar de residencia. Hasta que no se reinicie la actividad en el centro tendrán que buscarse otra alternativa de alojamiento, o simplemente iniciar sus estudios más tarde de lo previsto.
Toca resignarse, sobre todo porque la gran familia del CRMF es consciente de que la actuación era más que necesaria y prioritaria.
