Dos jóvenes de 18 y 15 años y un niño de dos años han resultados leves en un domicilio de Carlos III cuando el segundo de ellos manipulaba una granada.
El artefacto hizo explosión hiriendo en la mano al joven de 15 años, mientras que el de 25 resultó con heridas por metralla en una rodilla. El pequeño, que se encontraba cerca de los otros dos resultó con heridas leves.
El proyectil que estaba manipulando el joven era una granada de artillería que llevaba en la casa varios años y que creían inofensiva. La familia no tenía nada que ver con las Fuerzas Armadas. Lo que explotó fue sólo la espoleta de la granada, de ahí que no se produjeran daños graves en las personas cercanas a la explosión.
En la vivienda había una persona más que resultó ilesa ya que se encontraba en otra habitación de la casa.