El presidente de la asociación Cañaíllas Senegaleses, Djibril Gueye, ha mostrado sus quejas ante la "falta de sensibilidad e interés" del gobierno municipal en algo tan simple como “recibirnos para escuchar nuestras reivindicaciones y buscar juntos solución a nuestros problemas”
“Algunos de nosotros llevamos treinta, veinte o quince años viviendo en La Isla, pagamos nuestros impuestos, aquí hemos formado nuestras familias, aquí compramos y consumismos, aquí tenemos muchos amigos isleños, respetamos y somos respetados y nunca hemos tenido problemas de convivencia… nos sentimos isleños… pero el gobierno municipal no nos atiende y al parecer nos considera ciudadanos de tercera…”
Estas son algunas de las manifestaciones expuestas a los miembros de Izquierda Unida por el colectivo de senegaleses, que el 14 de mayo registraron su primera petición de reunión con la delegada Cristina Arjona y que aún no ha sido atendida.
El colectivo, se dedica principalmente a la venta ambulante y solo quiere hacerlo de forma regularizada, pagar sus tasas, obtener los permisos necesarios y ejercer su actividad comercial legalmente, pagar a la Seguridad Social y a Hacienda, ser unos cañaíllas más, con las mismas obligaciones pero con los mismos derechos “No queremos más que los demás, pero tampoco menos. Pedimos soluciones a nuestra situación y vamos a seguir peleando hasta conseguirlo” asegura el presidente de la asociación.
La asociación ya ha mantenido contacto con las delegadas Ursula Ruiz y María José Moreno, con el alcalde “imposible hasta ahora” pero con quien realmente quieren hablar es con la delegada especifica, Cristina. Arjona para que les informe y explique los pasos que tienen que seguir para la obtención de los permisos necesarios para establecer regularmente sus puntos de venta y ejercer su trabajo de forma legal y regularizada, lo que hasta la fecha no han conseguido a pesar de reiteradas solicitudes por escrito.
"Estamos dispuestos a pagar las tasas y permisos necesarios que se necesitan para nuestro trabajo”. De hecho, su propósito es trabajar conjuntamente con el Ayuntamiento para regularizar su situación de forma que no haya problemas a la hora de trabajar, que se les indique un sitio específico para las ventas y unos días habilitados... es lo que demandan "y no tener que esconderse de la Policía Local".
Desde IU, instamos a la delegada Cristina Arjona a que atienda la petición de reunión que les ha solicitado este colectivo, que se les escuche y se busquen soluciones para que puedan ejercer su actividad de forma regular.