Pues ya le podían haber puesto un diez a la chiquilla. Marina López Morales, moguereña, es una estudiante a la que sólo le han faltado cinco centésimas para alcanzar la perfección, pero, más allá de esos pequeños matices, se ha convertido en la estudiante andaluza con la nota más alta de acceso a la Universidad, que se establece con la media obtenida entre los resultados de Bachillerato y Selectividad. Un 9,95. Ahí es nada.
Como todo en esta vida, y tal como explica la brillante alumna a Viva Huelva, el éxito se basa en la organización. Porque según lo por ella descrito, su pedazo de nota no se ha labrado a base de noches de insomnio, reclusión en su cuarto y sólo estudiar y estudiar: “De lunes a viernes estudio bastante, unas cuatro o cinco horas por las tardes”, asegura. “¿Se puede decir que eres una empollona?” le pregunta Viva Huelva en tono desenfadado, a lo que ella responde: “Depende de lo que entiendas por empollona, pero yo diría que no”. Y es que hace las cosas que cualquier chica de 17 años (hasta el próximo mes no cumplirá los 18) puede hacer: “Tengo muchísimo tiempo para perderlo, paso mucho tiempo con mis amigas, mando whatsapps, uso las redes sociales, y duermo mis ocho horas diarias”. Además, es una gran amante de la naturaleza.
Dice sentirse “muy satisfecha”. Y no es para menos. Pese a todo, se podía prever que sacaría estas notas extraordinarias, teniendo en cuenta que acudió a las Pruebas de Acceso a la Universidad con el máximo baremo posible en Bachillerato, un 6 sobre 6, o lo que es lo mismo un 10 de media en ese ciclo. Casi nada.
Marina estudió Secundaria en el IES Odón Betanzos de Mazagón y Bachillerato, en la rama de Ciencias Biosanitarias, en el IES Las Carabelas de Palos de la Frontera. Ya en Selectividad, la excelente estudiante sabía que tenía que afrontar todas las pruebas dando el máximo, e incluso presentarse a la fase específica voluntaria para lograr la nota que le permitiera acceder a los estudios universitarios de Biotecnología. Y lo logró. Los únicos pequeños borrones, por ponerle un pero, que tuvo en los exámenes de Selectividad se traducen en: un 9,25 en Biología, “cualquier fallillo tonto”, bromea ella; y un 9,75 en Matemáticas, Filosofía e Inglés. Con todo, su nota final de Selectividad se quedó en un 13,675 sobre 14, lo que ponderado con su perfección en Bachillerato suma el impresionante 9,95.
Estudiará Biotecnología en Madrid
La biotecnología es la tecnología basada en la biología, especialmente usada en agricultura, farmacia, ciencia de los alimentos, medio ambiente y medicina.Es la disciplina por la que se ha decantado Marina para desarrollar sus facultades en los estudios universitarios. Con ello, podrá dar forma a la que dice que son dos de sus grandes pasiones, la biología y la investigación. Lo hará en la Universidad Politécnica de Madrid.
Por eso, estos días está con familiares en la capital madrileña, familiarizándose con la ciudad en la que quiere convertirse en una gran investigadora. “Es un campo de la ciencia bastante novedoso y en auge, que digamos que usa los recursos biológicos para el desarrollo científico y tecnológico y la investigación. No es como la física, que se puede decir que está un poco más retraída y por eso tengo suerte de que me guste tanto”.
Marina López Morales se ha decantado por Madrid y no por Sevilla porque allí tiene familiares y más facilidades para el alojamiento. Y si sus objetivos se siguen cumpliendo, Madrid no será, ni de lejos, su destino definitivo. “Me veo emigrando”, dice la alumna moguereña. Y tiene esa previsión por tres motivos principales. Por un lado, su deseo de salir al extranjero: “Cualquier oportunidad que tenga de ir fuera la aprovecharé, y trataré de optar a todas las becas que pueda para salir al exterior”. Por otro, a esta joven onubense, como a tantos y tantos, no le acaba de convencer cómo está el cotarro en este país: “No me gusta la situación de España”. Y en tercer lugar, y quizá el prioritario por motivos vocacionales: “Quiero dedicarme a la investigación, y aquí la inversión en I+D no está a la orden del día”.
Pero como diría aquel, todo se andará. Por ahora, Marina López puede presumir de ser la estudiante de Bachillerato y Selectividad más brillante de Andalucía; de haber logrado el objetivo de poder estudiar lo que verdaderamente le gusta y apasiona; de saber compaginar obligación y devoción, talento y disciplina...
Sus objetivos los tiene claros. La buena noticia en unos años sería que hubiera conseguido salir de España para especializar su formación y cumplir con sus ganas de conocer mundo, pero que este país que tuvo tiempos mejores recupere los recursos para retener aquí a una chica que posiblemente se convertirá en una gran investigadora.
El tiempo dará la respuesta. Por ahora, presumamos en Huelva de la brillantez de una alumna de la tierra que augura un “verano alucinante que intentaré aprovechar al máximo para recargar las pilas”. Pues que así sea. Te lo has ganado.