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Córdoba

El alcalde y los trabajadores de Acsur buscarán fórmulas para que éstos cobren sus nóminas atrasadas

El presidente del comité de empresa de Acsur, Manuel Serrano (UGT), ha explicado que esta ha sido la principal cuestión tratada en dicho encuentro con Nieto, quien se ha comprometido a que, desde el Ayuntamiento y Emacsa, "se va a intentar que la plantilla de Acsur al menos pueda cobrar"

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  • José Antonio Nieto -

El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto (PP), ha recibido este miércoles en el Ayuntamiento de la ciudad a una representación de los trabajadores de Actividades y Cauces del Sur (Acsur), empresa concesionaria del servicio de mantenimiento y reparaciones de la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa), que preside el propio Nieto, acordando el regidor y los empleados de Acsur buscar fórmulas para que éstos últimos puedan cobrar las tres nóminas que les adeuda la empresa, a pesar de que Emacsa sí que le está pagando.

   En declaraciones a Europa Press, el presidente del comité de empresa de Acsur, Manuel Serrano (UGT), ha explicado que esta ha sido la principal cuestión tratada en dicho encuentro con Nieto, quien se ha comprometido a que, desde el Ayuntamiento y Emacsa, "se va a intentar, por todos los medios legales a su alcance, que la plantilla de Acsur al menos pueda cobrar".

   En este sentido, el alcalde les ha dicho a los trabajadores que si los propios empleados de Acsur encuentran "la fórmula jurídica que les permita cobrar a través de Emacsa, sin depender de Acsur", pues que se la transmitan a Emacsa, cuyo departamento jurídico "pondría en marcha las medidas precisas para que ello fuera posible, es decir, para que Emacsa, de alguna manera, pudiera pagar directamente" a los trabajadores, "sin pasar por la empresa".

   Junto a ello, el alcalde y responsables del gobierno municipal y Emacsa "se han comprometido a hablar con Rafael Diz", uno de los actuales propietarios de Acsur S.A., que compró el pasado marzo la empresa a los propios trabajadores, que la fundaron hace 12 años como una sociedad anónima laboral (SAL) y que el pasado año se vieron obligados a venderla, al atravesar dificultades económicas que no podían afrontar con sus propios medios.

   Ahora, el nuevo dueño de la empresa, "a pesar de que está de socio en 13, 14 o 15 empresas, dice que no tiene dinero ni para pagar una nómina, lo cual ya ayudaría a paliar en parte la difícil situación de los trabajadores, después de tres meses sin cobrar".

   Según ha señalado Serrano, esta empresa, de 57 empleados, de los que 22 están afectados ahora por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), podría tener sus días contados, ya que parece que  quienes la compraron el pasado año "han venido a desmantelarla", en el marco de una "maniobra mercantil", ya que los actuales dueños de Acsur "han constituido otra empresa, Canalizaciones y Viales Andaluces SL, para participar en el concurso de mantenimiento y averías de la red de aguas de Emacsa".

   Esto quiere decir que "utilizan Acsur para hacer una cesión de actividad a la nueva empresa" y, según temen los trabajadores, "en Acsur presentarán suspensión de pagos y así evitarán tener que asumir las obligaciones de pago de salarios y antigüedad de los trabajadores", a los cuales les consta que Emacsa, que ahora mismo es su único cliente, "paga puntualmente las certificaciones", pero el dinero que les corresponde a los trabajadores no les llega.
SE SIENTEN "ESTAFADOS"

   Los trabajadores y antiguos dueños de Acsur SAL afirman además sentirse "estafados por los nuevos propietarios porque no han cumplido con las obligaciones que se firmaron en la venta de la empresa, siendo la principal el mantenimiento de 40 trabajadores con una facturación mensual mínima de 250.000 euros. También se comprometieron a realizar una ampliación de capital de 500.000 euros de la que no tienen información de que se haya producido.

   En esta compra-venta, igualmente "se vendió el edificio de oficinas de Acsur SAL, que radica en el polígono El Granadal, propiedad de los trabajadores socios de la antigua cooperativa, con el fin de entregar la empresa lo más saneada posible a los nuevos propietarios", a los que entregaron dos cheques por valor de 350.000 euros y otro de 267.000 euros. También se hizo entrega de los títulos de propiedad de una nave en el polígono de Las Quemadas, de otra nave en Belmez y de un almacén en Camino de Carbonell de Córdoba.

   Pero el paso del tiempo ha demostrado que "los nuevos propietarios de Acsur SA, Rafael Diz González y Eduardo de la Torre Jaume no han comprado Acsur para reflotarla, ni están cumpliendo sus compromisos económicos y de empleo", sino que, en opinión de los trabajadores, "se están enriqueciendo a consta de empobrecer" a sus empleados, a parte de los cuales no les pagan sus salarios y atrasos, a la vez que están "llevando al precipicio de la viabilidad económica a la empresa".
EL EMPRESARIO

   Por su parte, uno de los dueños de Acsur SA, Rafael Diz, ya ha reconocido que la empresa tiene diversas dificultades y una deuda de unos 1,5 millones de euros, aunque cuando la adquirieron su cuantía era de 5,5 millones y Acsur SAL había iniciado un preconcurso de acreedores.

   La negociación con los acreedores dio lugar a "unas quitas importantes", pero el empresario ha asegurado que "el problema siempre ha sido la Unión Temporal de Empresas de Rabanales XXI", ya que Acsur realizó obras de urbanización en el citado parque tecnológico, en colaboración con Joca, que no ha cobrado, y según Diz la situación actual es complicada, porque "según la UTE le deben cuatro millones de euros y según Rabanales XXI, prácticamente no le deben nada", pero "si la UTE cobrase lo que le deben, si Acsur cogiese dos millones de euros, cancelaba todas sus deudas". Por el momento, según Diz, esto no ha sucedido así y la firma cordobesa ha tenido que responder ante los proveedores "a través de pagos directos o embargos".

   A pesar de estas dificultades, Diz ha asegurado que su "misión es sacar adelante la empresa (Acsur SA) y conseguir que se mantenga el máximo número de puestos de trabajo", habiéndose comprometido con los trabajadores a que si logra la concesión de Emacsa con la nueva sociedad pasarán a ser empleados de ésta última.

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