| Fue el principal tema de conversación en la mañana de ayer en Jaén. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) registró a las 00:27 horas de ayer un terremoto con epicentro en la localidad jienense de Frailes de 3,9 grados de intensidad en la escala de Richter. Lámparas, sillones y enseres se movieron por unos segundos y provocaron el desconcierto, primero, y la alarma después, ya que la población está muy sensibilizada por las serie sísmica de Torreperogil.
Según explica el profesor de Geodinámica Interna de la Universidad de Jaén, Mario Sánchez Gómez, no hay lugar a la alarma, ya que este tipo de movimientos entran dentro de la normalidad y nada tienen que ver con la serie de Torreperogil. “Cada año se suele producir alguno, por ejemplo el año pasado tuvo lugar el de Huesa, que fue de 4’2 grados”. En este sentido, el profesor recuerda que la población lo sintió, primero, porque la intensidad fue mayor a la habitual y segundo, porque el epicentro estaba muy profundo, a unos 21 kilómetros, y eso provoca que sean más percetibles entre la población.
A los pocos minutos del producirse el temblor, el servicio unificado de emergencias 112 comenzó a recibir llamadas. En total se contabilizaron hasta 60 alertas de ciudadanos que se habían sobresaltado con el terremoto. La mayoría de las llamdas se produjeron desde las provincias de Jaén y Granada y, según informa el 112 cesaron pasadas las 2,30 de la madrugada
En un primer momento, el IGN informó de un terremoto de 5,2 grados al noroeste de la localidad granadina de Benalúa de las Villas registrado a las 00.27 horas y cuyo epicentro se situó a 30 kilómetros de profundidad al noroeste de Benalúa de las Villas, a 36 kilómetros de la capital granadina. No obstante, poco después rebajó la intensidad del movimiento sísmico hasta los 3,8 grados y ubicó el epicentro al este de Frailes, en Jaén, a unos 20 kilómetros de Benalúa. Después cifró la intensidad en 3,5 grados y al cierre de esta edición era de 3,9 con el epicentro a 21 kilómetros de profundidad en Frailes. El seísmo ha sido sentido en las provincias de Jaén y Granada y parte de Málaga y Córdoba y los servicios de emergencias no tienen noticia de que se hayan registrado daños materiales ni personales.
Geólogos
La actividad sísmica de Granada y Jaén no tiene por qué desembocar en un terremoto mayor, aseguró ayer el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) en un comunicado en el que sostiene que "no hay ninguna anomalía en la superficie" de la zona.
La noticia, dicen los geólogos, es que no hay noticia, porque la actividad sísmica registrada en el sur de España forma parte de la dinámica habitual de la estructura profunda de la cordillera Bética.
El vicepresidente del ICOG, José Luis Barrera, precisa en la nota que los microsismos de Jaén, aunque son superficiales, no tienen reflejo en anomalías de la superficie y no son señal de que vaya a producirse un terremoto mayor. Según Barrera, es sólo una hipótesis, y por tanto no está demostrada, que el aumento de la actividad sísmica en Jaén esté relacionado con la extracción de agua subterránea o con el llenado del embalse de Giribaile en el río Guadalquivir. No hay pruebas suficientes para pasar a teorías de este tipo, ha dicho Barrena, quien ha subrayado que no hay que alarmar a la población.
