Ocho acusados de formar parte de una organización dedicada a traer a España a jóvenes nigerianas han negado hoy haberlas forzado a prostituirse para pagar el viaje, haberlas amenazado con prácticas de vudú y haber secuestrado al bebé de una de ellas.
Después de varias suspensiones por ausencia de la principal testigo de cargo, la madre del bebé presuntamente secuestrado, la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla ha iniciado hoy el juicio contra los acusados, que han negado formar parte de una organización de tráfico de personas, así como haber tenido secuestrado a hijo de dos años de una de las mujeres.
Esta madre ha vuelto a faltar pero otra joven nigeriana ha declarado a los jueces que entregaba sus ganancias a los presuntos responsables de la red en Sevilla, Lucky O. y su esposa Joy J., ya que les debía 30.000 euros, y que estas dos personas le retuvieron su pasaporte.
La testigo, sin embargo, ha declarado que se trasladó a vivir a Valencia sin que los procesados se lo impidieran y una tercera joven nigeriana ha dicho que es mentira la acusación que vertió en su día porque firmó lo que le mandó la Policía.
Por su parte, la pareja formada por Victor A. y Linda A., que fueron detenidos cuando cuidaban en su casa al bebé de dos años, han afirmado que se lo había entregado Lucky O. dos o tres días antes con la petición de que lo cuidaran y creyendo que era hijo de unos amigos.
El resto de acusados ha negado formar parte de la red pues solo eran compañeros de piso de los imputados y fueron detenidos con pasaportes falsos.
El bebé secuestrado está tutelado en la actualidad por la Junta de Andalucía, que lo tiene en acogimiento preadoptivo con una familia, han informado a Efe fuentes del caso.
En el juicio, que concluirá mañana, la Fiscalía pide condenas de 36 años de cárcel para los dos presuntos cabecillas y de 22 años para los restantes, a los que imputa delitos de inmigración ilegal, trata de seres humanos, secuestro, prostitución coactiva y falsedad continuada en documento oficial.
El jefe policial que investigó la trama ha relatado a los jueces que las mujeres llegaban a Algeciras (Cádiz) en pateras desde las costas de Marruecos, tras una travesía de hasta varios meses por África, y posteriormente ejercían la prostitución en las barriadas de Sevilla Este y el Parque Alcosa