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Jerez

“La etapa del temor a la intervención del Estado ya la hemos superado”

Después de un verano monopolizado por el ERE de la plantilla municipal, el Gobierno local ha iniciado el nuevo curso político con la mirada puesta en el mes de noviembre, en el que se va a dilucidar el más inmediato futuro económico del Ayuntamiento de la mano de la concesión de Ajemsa. La alcaldesa

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  • La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo -

Cuando la alcaldesa se refiere en esta entrevista al año 2013 lo hace como el que consigue ver la luz al final de un túnel hasta ahora interminable. A algunos podrá parecer que expresa un deseo, no una realidad, pero lo sustenta en un plan de tesorería que pasa a su vez por la concesión del ciclo integral del agua. En cualquier caso, ya sea por la sensación personal de que ha pasado lo peor, o, simplemente, como escribía esta semana Antonio Saldaña, porque tiene perfectamente asumido que “nadie dijo que fuera fácil”, lo que parece a prueba de envites es su moderado optimismo.   

—El próximo sábado se celebra el pleno sobre el estado de la ciudad, aunque lo más interesante en estos momentos es saber hacia dónde se encamina la ciudad: ¿qué futuro a corto plazo es el que se presenta para Jerez?
—Creo que un futuro totalmente despejado. Es cierto que hemos vivido un tiempo con muchas sombras, con muy pocas luces, pero a partir de 2013 va a haber un renacimiento de la ciudad, y creo que en lo que ha sido Jerez hasta ahora, en la historia, en valores, potencialidades, se va a sumar un nuevo Jerez con expectativas serias de futuro, y nos vamos a volver a situar como una de las más importantes ciudades de Andalucía y de España. Vamos a recuperar el prestigio de la marca Jerez en el mundo.

—Si echa la vista atrás un año, ¿se ha cumplido con la hoja de ruta?, ¿está donde pensaba que debía estar llegado este momento o aguardaba un panorama mucho más despejado?
—Nosotros, antes de las elecciones, ya dijimos que teníamos tres objetivos, caso de llegar al Gobierno, y que cada uno de ellos se correspondía con cada una de las grandes áreas de gobierno: Economía, porque queríamos organizar las cuentas del Ayuntamiento y pagar las deudas, y en este sentido las cuentas están organizadas o van camino de conseguirlo, como se va a poder comprobar en los presupuestos de 2013 con una Tesorería que las respalde; Personal, porque dijimos que íbamos a organizar la plantilla municipal, y así lo hemos hecho con una Relación de Puestos de Trabajo, hemos aplicado un nueco convenio como consecuencia de la suspensión del convenio anterior, y hemos hecho algo que creo que no esperábamos nunca que tuviéramos que hacer, porque no conocíamos realmente la magnitud económica de la situación del Ayuntamiento, que es un expediente de regulación de empleo. Dijimos que íbamos a normalizar la prestación de los servicios municipales, a través de una tenencia de Alcaldía de servicios al ciudadano. Lo cierto es que todavía nos quedan algunos frentes por cerrar, pero van camino de solucionarse, sobre todo porque tenemos las ideas claras y vamos a tener tesorería, que es lo que condiciona la calidad en la prestación de los servicios. Hablo de autobuses, de limpieza, de recogida de residuos, de dependencia… en definitiva de los servicios que afectan directamente al día a día de los ciudadanos.

—Pese a la trascendencia del ERE, no se ha percibido un rechazo social mayoritario en la calle, lo que entiendo que interpretarán en clave política; sin embargo, ¿cuáles son sus sensaciones ante la que debe haber sido su decisión más difícil después del desagradable episodio de hace un par de semanas?.
—Yo creo que en la calle, cuando el ciudadano conoció la realidad de las cuentas municipales, que hicimos públicas tras la realización de las auditorías tanto internas como externas, esos casi mil millones de euros de deuda, todos los ciudadanos, incluidos los propios trabajadores municipales, sabían que no podíamos quedarnos de brazos cruzados. La primera en saberlo soy yo. Los ciudadanos no nos dieron su confianza para que siguiéramos haciendo lo mismo que habían hecho Pacheco y los gobiernos anteriores, sino para que pusiéramos sosiego en la ciudad, pero también solucionando sus problemas. Creo que el ERE, siendo una medida muy dura y dolorosa, era una medida indispensable, necesaria y creo que ha sido entendida y comprendida por parte de los ciudadanos. Luego, creo que además que ha habido un error estratégico de los sindicatos que en vez de sentarse a negociar han optado por hacerle oposición al Gobierno y eso ha complicado aún más toda la situación del Ayuntamiento y ha condicionado el ERE. No es lo mismo un expediente acordado y consensuado, que un expediente que van sin acuerdo de los agentes sociales.

—Partamos del hecho de que el ERE era inevitable; aún así persiste la sensación de que se podían haber buscado otras alternativas, mediante la reducción del gasto, para reducir el número de afectados, ¿por qué no ha sido posible?
—Es que la reducción del gasto que había que hacer y que hay que hacer en este Ayuntamiento es brutal. Aquí a la hora de hablar de reducción de gasto no caben paños calientes, creo que eso casi hubiese sido ponerle una tirita a la herida, porque si se la quitas vuelve a sangrar. Es cierto que los mismos trabajadores han planteado alternativas, como por ejemplo que se eliminaran las productividades, pero es que cuando han llegado han comprobado que eso ya lo teníamos decidido, han planteado quitar las horas extra, pero es que también las horas extra ya está contemplado que no se van a hacer como se estaban haciendo ni se van a pagar igual… En definitiva, todo lo que los sindicatos habían planteado como alternativa, ya estaba incluido dentro de las propias medidas de corrección del Gobierno. Yo creo que el error de los sindicatos ha sido no haberse sentado, no ya durante el ERE, sino durante todo este año. Cuando llegamos al Gobierno, la nómina del mes de mayo el PSOE no la había terminado de pagar, con lo cual era evidente, y puede que hasta fuese la punta del iceberg, el aviso de cómo nos íbamos a encontrar la situación del Ayuntamiento. Pero los sindicatos en ningún momento han dicho vamos a sentarnos, vamos a ver cómo reducimos, vamos a ver hasta dónde reducir. En ningún momento. Cada vez que se han sentado conmigo ha sido para decir “Pelayo paga”. Y Pelayo siempre ha querido pagar, pero Pelayo no podía pagar y no podrá pagar nunca, salvo que se adopten medidas como las que hemos adoptado.

—La otra gran pregunta que ronda en torno al ERE es por qué unos sí y no otros; es decir, ¿ha habido caza de brujas, como asegura la oposición?
—La oposición lo que ha dicho es lo que se aprende en la cartilla cuando uno empieza en política. Si se hace un ERE, pues tú tienes que decir que hay caza de brujas, que en el ERE están los del partido político contrario. Están casi utilizando la cartilla de cuando uno empieza a leer. A mí no me preocupan esos argumentos, sobre todo desde el momento en que estamos convencidos de que el ERE se ha tramitado siguiendo escrupulosamente todos los trámites establecidos en la legislación vigente y más aún tras conocer el informe de la Inspección de Trabajo, en el que se dice que no solo hay causa económica para presentar el expediente, sino causa organizativa, y donde se dice también que ha habido buena fe por parte del Ayuntamiento en la negociación, que se ha aportado toda la documentación que los sindicatos han solicitado, y donde se dice que todos los criterios que se han utilizado han sido objetivos y racionales, y que, en última instancia, el trabajador que no esté de acuerdo con haber sido incluido en el ERE, porque considera que es más polivalente que otro, que acuda a la jurisdicción social. Obviamente, el trabajador que no esté de acuerdo con haber sido incluido en el ERE podrá ir al juzgado a presentar la demanda, pero tendrá ahí que demostrar que es más polivalente o que se le ha discriminado a la hora de incluirlo en el ERE, y yo puedo asegurar que no ha habido discriminación ninguna y que las decisiones se han tomado con criterios objetivos, no se ha ido contra nadie, sino que lo que se ha hecho es tener un ayuntamiento organizado, dimensionado según las posibilidades económicas de que disponemos y con una plantilla lo más productiva posible. Esto no quiere decir que los que han salido no sean productivos, sino que los que se han  quedado son más productivos que los que han salido.

—Porque ¿cómo se puede interpretar un informe de la Inspección de Trabajo de forma tan contradictoria? Según ustedes, respalda el ERE, según la oposición pone en entredicho la objetividad de los despidos...
—Yo creo que la oposición no se ha leído el informe, porque está bien claro lo que dice, que los criterios son objetivos y que quien no esté de acuerdo que acuda al tribunal. Eso es lo que dice, lo que valora es el expediente como documento perfectamente ajustado a la ley. El informe lo que hace es tumbar la justificación que puedan tener los sindicatos para optar por una demanda colectiva. Ya no vale el argumento de los sindicatos, porque sostenían que para el ERE no había causa económica y el informe dice que sí, y que los criterios no son objetivos, y el informe dice que sí, por lo tanto, lo que queda es que el trabajador que considere que es más polivalente que otro que lo demuestre en el juzgado.

—A tenor de la experiencia, ¿cambiarán en algo los enfoques de cara a los ERE de las empresas municipales? ¿Hay posibilidad de que se reduzca el número inicial previsto de despidos?
—Estamos viendo las posibilidades, como por ejemplo que por edad cuántos se incorporarían, o también que cuando anunciamos el ERE en las empresas no teníamos decidido el tema de la concesión del agua, y ahora que se ha dado el paso la plantilla de Ajemsa deja de contar en el capítulo 1 del Ayuntamiento… Estamos viendo y analizando, pero lo que sí tenemos claro es que no tomaremos medidas contra nadie, ni medidas injustas, y que el ERE afectará numéricamente a las personas que consideremos que sea estrictamente necesario para poder ajustar las cuentas del Ayuntamiento. No entrará ni uno más, pero tampoco ni uno menos. Los criterios, por lo demás, seguirán siendo los mismos. Primero la edad, y después la productividad de cada trabajador en su puesto de trabajo.

—¿Está decepcionada con el papel de los sindicatos? 
—Sinceramente sí. Yo creo que a ellos tampoco les interesaba reconocer públicamente cuál era la situación económica del Ayuntamiento, porque de haberlo hecho hubiera significado tener que tomar medidas y sentarse a negociar para tomarlas. Y al final creo que se han equivocado en su estrategia, en su relación con la ciudad, ya que creo que los ciudadanos necesitan que los sindicatos y el Consistorio tengan capacidad de llegar a acuerdos, y se han equivocado con los trabajadores afectados por el expediente de regulación de empleo.

—Le toca el turno ahora a la RPT y el convenio colectivo. Ya conocemos las cifras, la trascendencia. Hay una serie de argumentos concluyentes, tanto en lo relativo a los pluses que se estaban abonando, como a la organización de la plantilla. Pero al igual que en el caso del ERE hay detalles cuestionables, como las diferencias salariales entre personas con menor titulación que otras y a un mismo nivel de responsabilidad, ¿cómo se explica eso para que se entienda?
—Precisamente a eso es a lo que le ponemos fin. Hasta ahora, hasta que entre en vigor la RPT, hay licenciados que cobran 30.000 euros y otros que cobran 60.000, hay personas con titulación de formación profesional que están en 60.000 euros y otros licenciados que están en 30.000. Hay personas que desempeñando el mismo puesto tienen unas diferencias retributivas brutales. Ahora vamos a acabar con eso. Lo primero que se define es requerir una titulación para acceder a la estructura de mando del Ayuntamiento, y por otro lado con los complementos específicos lo que se hace es homologar a todo el mundo, de tal manera que todo el que desempeñe un mismo puesto con misma titulación que cobre lo mismo. Otra cosa es que en el proceso de adscripción una persona tenga un puesto de más responsabilidad que el que le corresponde como puesto base, y por lo tanto tendrá mayor retribución. Pero para eso habrá un concurso de méritos, que no será vía digital como hasta ahora.

—El ERE se ha convertido este verano en el monotema, hasta el punto de dejar en un segundo plano el resto de la gestión municipal, como si no se trabajara en otra cosa, ¿en qué han estado trabajando en los últimos meses?
—Yo creo que lo más importante ha sido el acercamiento de la gestión a los ciudadanos, ya que pese a carecer de recursos estamos intentando dar respuesta a todas las demandas de cuestiones que parecen pequeñas pero que son muy importantes en la vida de los ciudadanos, desde colocar pasos de peatones, semáforos… Parece ridículo, que no parece importante, sí lo es para nosotros porque es importante para los vecinos. Hemos trabajado mucho en las demandas pequeñas del día a día y se ha hecho un esfuerzo importante en política social. Se ha puesto orden en vivienda; hay una bolsa de emergencia de vivienda social que se van a poder ir dando a las personas en situación más extrema. Hemos pagado la deuda a las organizaciones sociales de la ciudad, que llevaban desde 2007 sin poder cobrar sus subvenciones, y ahora desde el comedor El Salvador hasta la organización social más pequeñita han cobrado una parte muy importante de lo que se les debía, y antes de fin de año pretendemos terminar de pagar lo que se les debe. Precisamente ahora que la Junta de Andalucía no cumple con sus pagos a estas asociaciones, nosotros sí lo estamos haciendo.
Luego, lo más importante ha sido desbloquear proyectos que llevaban años paralizados, como la piscina de la zona sur que lo estaba desde 2005, cuando se firmó el convenio. Ahora, siete años después, la piscina va a abrir sus puertas. El Museo Arqueológico, diez años con sus puertas cerradas, reabrirá ahora en noviembre. La Escuela de Idiomas, en el mes de octubre finalizarán las obras. El centro Blas Infante, los claustros de Santo Domingo. El PSOE podrá decir ahora que son proyectos que ellos iniciaron, y sí, los iniciaron, pero estaban parados, bloqueados, afectados en muchos casos por desvíos de fondos o por impagos, por lo que ha habido que buscar recursos y financiación para pagar y que se terminaran esos proyectos. Todo esto va a suponer en nuevo valor para la ciudad, ya que estamos hablando de recursos importantes, ya sean educativos o turísticos y culturales.
Por otro lado, a pesar de que no hay recursos, he encontrado en el Gobierno de España el mismo arrope que en 2003. Es verdad que por entonces pasaron por aquí casi todos los ministros del Gobierno y que en esta ocasión las circunstancias son distintas, pero siempre que levantamos el teléfonos encontramos una voz amiga que nos atiende. Y eso se ha constatado esta semana con la firma del convenio con Hacienda y Zona Franca para la rehabilitación del antiguo convento de San Agustín y la reforma de la plaza Esteve. Esa firma ha supuesto algo histórico, igual que histórico va a ser la reversión de la propiedad del Depósito de Sementales a la ciudad. El ponerlo en valor y tener ahí un equipamiento deportivo, de servicios, le va a dar mucha vida a esa zona de Jerez y va a ser un complemento importantísimo al parque González Hontoria y esperemos que en un futuro con el palacio de congresos que se ubicará en Ifeca. Así que es de agradecer esa colaboración permanente del Gobierno de España que hasta ahora no nos ha dicho que no, o al menos no sin argumentos.

—Salvo en el caso de Cirjesa no han apostado por municipalizar otros servicios, pero sí se ha comprometido a renegociar a la baja las condiciones, ¿en qué se ha avanzado hasta ahora?
—Hay una previsión de ahorro de 8.600.000 euros, que es lo que se va a ahorrar en capítulo 2 con concesionarias y lo que no se puede entender no voy a permitir es que todo el esfuerzo se haga sobre el capítulo uno del Ayuntamiento. Hay que recortar de otros servicios y hay que buscar ingresos, que se va a conseguir a través de la concesión del servicio del agua, y también la reducción de gasto de capítulo 2. Lo que ya se ha hecho es que los pliegos nuevos que van saliendo, llámese limpieza, suministro de material, ayuda a domicilio… todos llevan reducción del 20%. Los que no han salido, como Urbaser, se está negociando con los comités la reducción del 20%, que no debe pasar por reducción de plantilla, pero sí por la reorganización de los servicios para que puedan reducir sus costes.

—A tenor de sus palabras, los meses de octubre y noviembre se antojan claves dentro de la gestión económica del Ayuntamiento, sobre todo por la licitación de la gestión del ciclo del agua. Cuando lo dice tan convencida ¿es porque ya hay un interés real de algunas empresas?
—Sí sabemos que varias empresas han llamado mostrando su interés y de hecho esta semana representantes de cinco empresas del sector han estado en la ciudad para conocer las instalaciones de Ajemsa. Cuando finalice el plazo y se abran los sobres se verá quién se ha presentado y a quién se le contrata. La mejor oferta será la que reciba la concesión.

—Entonces, puede darse también el caso de que el proceso quede desierto...
—Por la información que tengo no hay motivos para temerlo. Puede ocurrir, pero no tengo ese temor. No lo damos por hecho porque hasta que se reúna el comité de contratación, se abran los sobres y se adjudique, no hay nada hecho. Pero por el interés que ha despertado la licitación creo que habrá ofertas.

—¿Cómo piensan emplear el ingreso para que no se convierta en un pan para hoy y hambre para mañana?
—Todo lo que sea quitar deuda no es pan para hoy y hambre para mañana. Es quitarnos un lastre que pesa muchísimo. Ahí hay un plan de tesorería elaborado por los técnicos de Economía donde se hace una propuesta sobre el destino de esos fondos. Lo que puedo asegurar que ese dinero no lo vamos a gastar ni en fiestas, ni en comilonas, ni en protocolo, sino que se invertirá en el mejor beneficio de la ciudad, y entendemos que pasa por pagar la deuda que tenemos que es un auténtico lastre. Hay que tener en cuenta que tenemos que pagar el préstamo sindicado, que son 78 millones de euros, hay dos plazos que tenemos que pagar, después está el ICO, las deudas con concesionarias con las que tenemos atrasos, y por supuesto me gustaría poder contar con una parte para invertirlas en las mejoras de las calles de nuestra ciudad.

—Entre los impagos pendientes está el del primer plazo del ICO, ¿vamos a tener que seguir muy pendientes de esa Espada de Damocles que pesa sobre el Ayuntamiento y que es la intervención directa?
—Creo que esa etapa la superamos. El momento malo fue noviembre, diciembre, enero pasados. Porque cualquier camino que cogíamos se nos bloqueaba, por problemas jurídicos, económicos, y porque no queríamos parchear. Aquí siempre se había solventado todo dándole una patada hacia delante al problema. Si había un crédito para pagar una deuda y no había dinero para pagarlo, se pedía otro crédito para pagar el anterior, lo que llevaba a que la deuda fuese a más, y eso es lo que no hemos querido hacer nunca, sino buscar una solución que pase por cuestiones de lógica y que no pase por crearte problemas de cara al futuro. Creo que el camino que hemos emprendido es el correcto, puede que de aquí a final de año aún resulte algo complejo, pero estoy segura de que el año que viene puede haber cierta normalidad y más si se cierra lo del tema del agua.

—¿Cree que la Junta atenderá las peticiones que les han trasladado en beneficio de la ciudad?
—Vienen mucho a verme, pero al final nada. Les traslado mi informe de los proyectos pendientes. Me dicen que se lo leen pero que no hay presupuesto, ni financiación. Vamos a darles todavía un margen de confianza, pero ya le hemos trasladado al delegado del Gobierno que todo no se puede reducir a una cuestión de dinero, porque nosotros tampoco tenemos dinero, pero hemos conseguido desbloquear determinados proyectos. Hay cuestiones que no son puramente económicas, sino de agilidad administrativa, de atender. Esperamos que con la mediación del nuevo delegado del Gobierno se puedan ir desbloqueando algunos asuntos, sobre todo los relacionados con vivienda y rehabilitación de vivienda, recuperación del río Guadalete, los centros de salud y guarderías pendientes, la ciudad de la Justicia… El problema es que a veces ni te responden y eso te lleva a que intentes sobrevivir por tu cuenta, sin la ayuda de la Junta.

—¿Se esperaban la postura de la Junta ante el Gran Premio?
—Estamos todos apretándonos el cinturón, pero creo que no ha sido una sorpresa para nadie, ni siquiera para la propia organización. Todos sabíamos que recursos no hay y eso afectará a la aportación que se va a hacer. Afortunadamente todo se ha cerrado bien, ha habido muchas reuniones, el viceconsejero Antonio Roldán ha estado muy implicado, y todos han sido conscientes de la repercusión del evento en la provincia de Cádiz, no solo en Jerez, y de que estamos hablando del acontecimiento deportivo más importante que se celebra en Andalucía y puede que en España.

—¿Por qué han apoyado una protesta ante el Ministerio de Hacienda en defensa de las pedanías si han asegurado que los temores son infundados?
—No quiero que no se vea clara cuál es la posición del PP de Jerez. Me he reunido con la Federación de Entidades Locales Autónomas de Andalucía, que representan a 47 pedanías, de las que 7 son de Jerez, somos el municipio con más pedanías. Tengo una posición muy clara. Son pedanías desde el punto de vista jurídico, pero desde el punto de vista sentimental hay un sentimiento de pueblo, y tanto me vale ser jerezano como ser barqueño, y lo voy a defender a muerte con ellos, igual que estoy convencida que solo se trata de un proyecto de ley que está paralizado y no hay nada que temer. Ya lo he dicho dentro de mi partido que estaré del lado del futuro de los pueblos de Jerez.

—¿La conflictividad le ha hecho perder la calle, la cercanía con los ciudadanos? ¿Cuáles son los mensajes que le trasladan?
—Intento estar bastante en la calle, porque además es que me gusta. Yo no entiendo la política sin estar en la calle, pero es verdad que cuando se está en el Gobierno no se puede estar tanto en la calle como me gustaría. Cada cosa tiene su momento y ahora mismo la situación no es fácil y hay que hacer muchas gestiones, pero no me gusta perder la calle porque a mí me gusta estar con la gente, hablar, involucrarme… Yo entiendo que los mensajes que me trasladan son positivos. Lo que generalmente me dicen es “hay que ver lo que te has encontrado”. Hay que tener en cuenta una cosa, y se lo he dicho muchas veces a los sindicatos, yo no soy solo la alcaldesa de los trabajadores del Ayuntamiento, sino la alcaldesa de 212.000 jerezanos, entre ellos 32.000 desempleados y que esperan también un horizonte de vida, y cuando tomo una decisión no puedo estar pensando solo en los trabajadores municipales, sino en el interés general de la ciudad, entre ellos todos aquellos que no pueden pagar sus viviendas, que no tienen un puesto de trabajo… y cuando se toma una decisión tan dura no se piensa solo en clave interna del Ayuntamiento, sino que también es lo mejor para la ciudad.

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