Advirtió de que el Plan Estratégico de Infraestructuras (PEIT) prevé aumentar de aquí a 2020 la superficie portuaria en un 75% con una inversión de 22.000 millones de euros.
Sin embargo, de este porcentaje solo un 38% se destinará a uso portuario y el resto quedará inutilizado, con el consiguiente deterioro medioambiental y económico de estas áreas.
Greenpeace acusó al Gobierno de querer construir “puertos fantasmas que no tendrán barcos en el futuro”.