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El Estrecho fue escenario en 2010 del rescate de 387 inmigrantes

La comarca registra la intervención de 34 de las 35 pateras que llegaron el pasado año a la provincia

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  • Inmigrantes en Tarifa -
Los férreos sistemas de vigilancia en el Estrecho de Gibraltar obligaron hace años a las mafias dedicadas a la inmigración clandestina a desviar la tragedia humana de las pateras a otros puntos de las costas españolas.

Sin embargo, ello no ha evitado que cada año veamos cómo la negra estadística de la llegada de indocumentados a las costas del Campo de Gibraltar sigan siendo una desgraciada noticia que hace que esta zona siga siendo uno de los puntos calientes de la inmigración clandestina a nivel nacional y europeo.

Así, desde el 1 de enero de 2010, las costas del Campo de Gibraltar han sido testigos de la llegada de 34 embarcaciones, en las que viajaban un total de 387 inmigrantes indocumentados. En todos los casos, la intervención de la Guardia Civil, Salvamento Marítimo y Cruz Roja han permitido que estas dramáticas travesías por el Estrecho no se cobraran ninguna vida humana.

Se trata de la práctica totalidad de las pateras que han sido localizadas en las costas de la provincia de Cádiz durante el pasado año, ya que sólo se registró el rescate de una embarcación que viajaba a la deriva en las cercanías de las costas de San Fernando, en las que viajaban un total de cuatro inmigrantes de origen magrebí. El resto, fueron interceptadas en el Estrecho.

Asimismo, las costas de Tarifa han sido el escenario de la llegada de la mayoría de embarcaciones, si bien también se registraron rescates en las proximidades del puerto de Algeciras así como el de una embarcación a la deriva en aguas limítrofes al Peñón de Gibraltar.

Estadísticas minimizadas
Pese a todo, las cifras llevan años alejadas de los trágicos balances de vidas humanas en las travesías del Estrecho de Gibraltar. Así, el número de inmigrantes llegados de forma clandestina a las costas de la comarca durante el pasado año representan sólo el 19% del total de personas que tuvieron que ser rescatadas en estas circunstancias en el litoral andaluz.

Asimismo, el número de embarcaciones interceptadas en el Estrecho representan el 22,6% de las intervenidas en toda la comunidad autónoma, lo que casi representa que de cada cuatro pateras rescatadas el pasado año en Andalucía, una se localizó en la comarca.

Camiones
Si bien el fenómeno de la inmigración clandestina a bordo de embarcaciones se ha generalizado en el territorio andaluz y nacional, con especial incidencia en otras zonas como Canarias, el puerto de Algeciras sigue representando el foco de un tipo muy singular de entrada ilegal en el territorio nacional, como es la ocultación de indocumentados en la estructura de los vehículos.

Así se pone de reflejo a tenor de las últimas estadísticas aportadas por la Guardia Civil de Ceuta, que localizó durante el pasado año a un total de 400 inmigrantes escondidos el interior de camiones, cuando intentaban cruzar el Estrecho hacia el puerto de Algeciras.

Los indocumentados fueron descubiertos tanto en la explanada de embarque del puerto de Ceuta como en la planta de transferencia, donde los camiones cargan los residuos sólidos que son trasladados a la península.
La Guardia Civil señaló que estas cifras constatan un incremento en el número de inmigrantes irregulares que intentan llegar a la península utilizando este método y que se han registrado jornadas en las que se ha detenido a más de doce inmigrantes en los camiones que iban a embarcar, la mayoría de ellos subsaharianos y argelinos con residencia en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

Las cifras ponen de relieve la predominancia de este tipo de inmigración en el Estrecho de Gibraltar, y de cómo las mafias dedicadas a la inmigración clandestina en la zona han optado por nuevas estrategias ante los férreos controles marítimos que representan los sistemas de vigilancia de la Guardia Civil en el Estrecho.
Además, las estadísticas aportadas por el Instituto Armado de Ceuta señalan además a un preocupante incremento de este fenómeno en la zona. Lejos de minimizarse este dato por el hecho de ser un tipo de inmigración con un menor riesgo de mortalidad, lo cierto es que representa también un alto riesgo para la vida de estas personas.

Así lo demuestra el último fallecimiento, registrado el pasado 28 de noviembre, cuando un inmigrante camerunés, de 33 años de edad, fue encontrado sin vida en el interior de un contenedor de basuras que iba a ser transportado al puerto de Algeciras.

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