Es previsible, y así lo han apuntado expertos forenses en medios locales, que el estado de los cuerpos (todos quedaron calcinados) complique el proceso de identificación, especialmente en el caso de los 28 extranjeros que viajaban en el avión siniestrado.
Fuentes diplomáticas indicaron hoy a Efe que no se descarta que familiares de estas víctimas tengan que viajar a Cuba para las labores de reconocimiento.
Cuarenta cubanos y 28 extranjeros de diez nacionalidades fallecieron el pasado jueves cuando el avión en el que viajaban desde Santiago de Cuba a La Habana se estrelló -por motivos aún desconocidos- en un paraje rural de la provincia central de Sancti Spíritus, a unos 400 kilómetros al sureste de La Habana.
Los extranjeros fallecidos son diez argentinos, siete mexicanos, tres holandeses, dos alemanes, dos australianos (al principio se les identificó como austríacos) un francés, un japonés, un venezolano y un español.
A las puertas del Instituto de Medicina Legal de La Habana comenzaron a acudir hoy sábado allegados de fallecidos cubanos para el reconocimiento de sus familiares, así como algunos funcionarios de embajadas para recabar información de cara a la repatriación de los cadáveres de sus compatriotas.
Dos familiares de cubanos fallecidos en el avión que prefirieron guardar el anonimato explicaron a Efe que en sus casos hubo que recurrir a las pruebas de ADN porque los cuerpos estaban "irreconocibles".
El reconocimiento de efectos personales y la descripción de los rasgos distintivos de la víctima son otros de los elementos empleados en la identificación.
Sobre las extranjeros muertos en el accidente, varias embajadas consultadas por Efe indicaron que se encuentran a la espera de recibir detalles de las autoridades cubanas para coordinar con sus países la repatriación de los cadáveres.
En el caso de Argentina, su embajadora en Cuba, Juliana Isabel Marino, confirmó que su país ha dispuesto enviar a la isla un avión con la doble finalidad de traer a familiares para ayudar en el reconocimiento y llevarse después los restos mortales.
También México aguarda novedades sobre el proceso para emprender las actuaciones correspondientes, dijo a Efe su embajador en La Habana Gabriel Jiménez Remus, cuya impresión es que las tareas de identificación van a durar varios días.
En el caso del español fallecido en el siniestro, Manuel González Asensio, fuentes del Consulado de España en La Habana explicaron a Efe que su familia no viajará a Cuba para la identificación, de la que encargará un amigo muy cercano de la víctima que viajó con él a la isla.
González Asensio volaba en el avión accidentado después de visitar el santuario santiagueño de la Virgen de la Caridad del Cobre, de la que era devoto, mientras que el grupo de amigos con los que viajó a la isla optó por quedarse en La Habana.
Por otra parte, los equipos cubanos que trabajan en la zona del accidente -un paraje rural a unos 20 kilómetros de la ciudad de Sancti Spíritus, en el centro de la isla- continuaban hoy con el rescate de diversas piezas del avión ATR-72 que se estrelló en la zona.
Dos días después del siniestro se permitió a la prensa extranjera el acceso al punto donde cayó el avión, al que sí pudieron llegar el viernes e incluso la misma noche del jueves varios medios cubanos.
Corresponsales de Efe pudieron constatar que continúa la recuperación varias piezas y fuselaje del avión de Aerocaribbean.
Los restos del aparato serán trasladados también a La Habana para su examen, según explicaron miembros de los equipos de rescate en la zona.
Sobre las causas del accidente aéreo, el más grave registrado en Cuba en las dos últimas décadas, aún no ha trascendido información alguna después de que el viernes se encontraran la caja negra y de voz de la aeronave.
El diario Granma publicó hoy que la investigación sobre el accidente se realizará "íntegramente por personal cubano", en una nota titulada "Cuba tiene plena capacidad para investigar la tragedia aérea".
Según el órgano oficial del gobernante Partido Comunista Cubano, el país dispone de una red nacional de criminalística con los recursos materiales necesarios y personal especializado, lo que permite "asumir con seriedad la identificación de las víctimas".
"En el caso de los extranjeros (fallecidos en el siniestro) siempre resultarán de gran utilidad los elementos que aporten los familiares o las instituciones que representan a las víctimas", según Jorge González Pérez, experto forense, rector de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana y miembro de la comisión de creada para investigar el suceso.
