El incendio que afectó este viernes a un asentamiento de inmigrantes en el término onubense de Lucena del Puerto arrasó 118 chabolas, con algunas vacías, y dejó a 110 personas desalojadas.
La responsable del Área de Migraciones de Cruz Roja en Huelva, Rocío Pichardo, ha informado a EFE que en la intervención de emergencia se realizó en el mismo terreno con estos 110 damnificados, de los 98 eran hombres y 12 mujeres, a las que, tras identificarlas, "se las dotó de material humanitario en primera instancia, como ropa, calzado y sacos de dormir.
Además, se realizó un registro de las personas a las que se les había quemado su documentación, con el fin de ayudarles a tramitar la recuperación de sus documentos, y se contó con un equipo psicológico "para amortiguar las circunstancias que están viviendo".
En el siniestro resultó destruída por completo una mezquita rudimentaria, que los inmigrantes habían levantado en su campamento.
Sobre el realojamiento provisional, ha señalado que, en estos casos, "se ayudan entre ellos y se reubican en chabolas de otros compañeros" en uno de los asentamientos más grandes de la provincia, que contaba con 222 chabolas, ubicado a unos 15 minutos en coche del casco urbano del municipio onubense.
Cruz Roja contactó también con una trabajadora social del Ayuntamiento de Lucena del Puerto, que se personó en la zona para ofrecer su ayuda a los afectados, la mayoría de ellos subsaharianos.
El incendio se originó sobre las 9:00 horas, cuando varias llamadas alertaron al 112 de un fuego en un asentamiento chabolista en el Camino de los Espartillos o de los Carboneros.
De inmediato, el centro coordinador activó a los Bomberos, a la Guardia Civil, a la Policía Local, a Cruz Roja, al Centro de Emergencias Sanitarias (CES) 061 y a Infoca, ya que las llamas se estaban extendiendo a una zona de pinar.
Además, se informó del suceso a la compañía suministradora de la electricidad, debido a que parte de la línea eléctrica había caído al suelo y era necesario el corte de la luz en la zona, según indicaron Bomberos.
Tras varias horas de trabajo, los bomberos consiguieron perimetrar y controlar el fuego, centrando los últimos esfuerzos en una zona de vertedero con una retropala y en varios focos del interior de la zona ya quemada.