Las autoridades creen, además, que el número de víctimas podría aumentar, debido a que aún quedan algunas personas atrapadas en el amasijo de hierros en que ha quedado convertido el convoy.
El suceso se produjo a las 1.30 horas del viernes (23.30 horas del jueves en la España peninsular), cuando un convoy de un tren tipo Gyaneshwari Super Deluxe Express que cubría la ruta entre Bombay y Calcuta descarriló y más tarde fue arrollado por un convoy de mercancías a la altura de la localidad de Sardiya.
A pesar de que las autoridades han afirmado que será necesaria una investigación detallada para averiguar los motivos del accidente, todo parece apuntar a la guerrilla maoísta, que tiene una gran presencia en el estado de Bengala Occidental y en los últimos meses ya ha perpetrado numerosos ataques contra trenes.
La ministra de Ferrocarriles india, Mamata Banerjee, afirmó que "por todo lo que me han dicho, todo parece indicar que los maoístas estuvieron implicados". La mandataria, además, matizó que la causa del descarrilamiento del tren podría no haber sido sólo provocada por la explosión, sino también por otros sabotajes cometidos contra las vías.
De lo que no cabe duda es que el incidente no se produjo por causas accidentales. "El conductor oyó un potente sonido que podría deberse a una explosión, y a pesar de que una investigación detallada nos revelará más datos, no cabe duda de que se habían realizado numerosos desajustes en las vías", informó Vivek Sahay, un alto cargo ferroviario.
Otro dato que apunta a la autoría de la guerrilla maoísta es que los rebeldes anunciaron una "semana negra" en protesta por supuestas atrocidades cometidas por las fuerzas policiales contra los habitantes de las zonas rurales, que son en las que tienen un mayor arraigo, y contra sus propios militantes.