La llegada del nuevo año siempre funciona como revitalizante. Trae deseos, limpia impurezas y crea expectativas. De eso se nutre el hincha del Málaga CF, de los cuales 5.000 fueron capaces de ir a La Rosaleda el día de Reyes para ver un entrenamiento a puertas abiertas y animar a su equipo, todavía en descenso.
No es lo que ya ocurrió, es lo que está por venir: serán fundamentales los 11 encuentros que se jugarán en casa, donde ha cosechado tres de sus únicas cuatro victorias (3-2 al Lugo, 1-0 a la Ponferradina y 1-0 al Alavés) y cuatro empates, frente a tres derrotas. La salvación pasa por ser fuertes como locales.
En este caso, además, el duelo ante el Tenerife de este sábado (18.30 h) puede servir para implicar a otro equipo en esa lucha encarnizada que tienen cinco o seis clubes para salvar la categoría y en la que los cálculos del conjunto malagueño pasan por conseguir unos 30 puntos en 21 partidos para eludir el descenso. El conjunto tinerfeño, decimoséptimo con 25 puntos, no está para tropezar en exceso tampoco.
Tras mostrar cierta mejoría en sus últimos enfrentamientos, con dos empates ante Granada (1–1) e Ibiza (1-1), y un triunfo contra el Alavés, el equipo de Pepe Mel buscará superar la barrera de los 20 puntos para luchar por salir del descenso frente a un rival, el Tenerife, que tiene a La Rosaleda como criptonita: en sus últimos nueve partidos, el Málaga ha ganado seis veces y ha empatado dos, mientras que los tinerfeños han vencido en uno.
La temporada pasada, los malaguistas se impusieron en sus duelos contra los isleños: 1-0 en La Rosaleda y 0-2 en el Heliodoro Rodríguez López, en un partido que fue media salvación con Guede al mando.
Hay que recordar que Pepe Mel, expulsado ante el Alavés, no estará. Lo sustituirá en el banquillo su ayudante, Nacho Pérez, por su sanción de dos partidos. No le preocupa porque "confía mucho en él", concretó en la previa. Aunque tiene bajas en su plantilla, un casi habitual que espera que cambie en el nuevo año. Faltarán Esteban Burgos, sancionado, y el ghanés Lumor Agbenyenu, en su país para resolver asuntos burocráticos; y del medio Ramón Enríquez, lesionado.
Podrá volver a tener mnutos en liga Álex Gallar, y como novedad, estará entre los convocados su reciente fichaje, el lateral derecho Julián Delmás, mientras se espera a que se solucione el tema de liberación de ficha en el Almería para que el club malagueño pueda oficializar el fichaje del extremo Arvin Appiah.
Tenerife tras el terremoto
Por su parte, el CD Tenerife visita La Rosaleda con el firme propósito de cambiar su imagen como visitante, acuciado por un déficit de puntos que le ha llevado a la parte media-baja de la clasificación de LaLiga SmartBank.
El equipo tinerfeño afrontará este importante partido en plena transformación del club, con semanas agitadas tras la llegada de un nuevo presidente, nuevos miembros al consejo de administración y la abrupta salida del director deportivo, Juan Carlos Cordero, por desavenencias con la nueva estructura del club, en pleno mercado de fichajes de enero.
El profesional murciano era el principal defensor del entrenador, Luis Miguel Ramis, cuyo futuro dependerá de los resultados que consiga el equipo isleño en este inicio de la segunda vuelta, y que probablemente determinarán el objetivo por el que luchará hasta final de temporada.
El técnico catalán, mientras espera refuerzos por parte de los nuevos encargados del área deportiva, tendrá la única baja del extremo Waldo Rubio, con una sobrecarga muscular en la pierna derecha.
Ramis recupera al canterano Teto Martín para la banda derecha, tras varias semanas ausente por lesión, un jugador fundamental en sus esquemas, y también podrá contar con el ghanés Mo Dauda, a pesar de acusar algunas molestias musculares durante la semana. Volverá a Málaga Juan Soriano, el que fuera portero en la etapa de Sergio Pellicer en el banquillo costasoleño.
