Los trabajos para la reparación de la iglesia granadina de la Purísima Concepción de Talará, en Lecrín, han comenzado con el andamiaje de la estructura y los preparativos para el desmontaje de la cubierta, cuyo mal estado provocó su cierre hace unos cuatro años, lo que ha conllevado que grupos de vecinos celebren cada domingo misa en la calle.
Ahora las celebran en una calle lateral a la plaza de acceso a la iglesia de la Purísima Concepción, para evitar en lo posible el sol del verano, ha detallado también el alcalde de Lecrín, Pedro Titos, en unas declaraciones a Europa Press en las que se ha congratulado de que, "después de tanto tiempo", este asunto parece que "llega a buen final".
A finales de junio, el Arzobispado de Granada, del que es responsabilidad la reparación, ya adelantó que a partir de julio se iniciarían las obras en este pueblo, donde se han visto carteles en la vía pública apremiando al arreglo de la iglesia de Talará.
El presupuesto del proyecto, superior a los 200.000 euros, se cubrirá con fondos de la hermandad, que los ha estado recaudando en rastrillos y acciones solidarias, detallaron entonces desde el Ayuntamiento, que, por su parte, colaborará "en lo posible" con mano de obra y apoyo técnico, después de haber seguido de cerca el desbloqueo administrativo para arreglar la iglesia, por la preocupación que ha ido causando entre los vecinos.