Los incendios de Carballeda de Valdeorras (Orense), Fologoso (Lugo) y Ateca (Zaragoza) se mantienen activos y sin control, mientras que el de Losacio (Zamora), que se cobró dos víctimas mortales, se encuentra ya sin llama y han podido regresar a sus casas los 2.000 vecinos desalojados.
En Galicia, los dieciséis incendios más importantes han quemado ya 22.060 hectáreas, principalmente en el de Valdeorras (7.500) y Folgoso (8.600).
En el fuego que afecta a las parroquias de Vilamor (Folgoso) y Saa (A Pobra do Brollón) se han unificado en un único frente cuatro focos,que han arrasado ya 7.500 hectáreas de superficie, 2.000 más que el martes, pese a los esfuerzos del dispositivo de extinción desplegado en la zona.
Trabajan para sofocarlo 16 técnicos, 125 agentes forestales, 197 brigadas, 116 motobombas, 3 excavadoras, 1 Unidad Técnica de Apoyo, 20 aviones, 26 helicópteros y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
En Zamora, el incendio forestal declarado el pasado domingo en Losacio, que se estima que podría haber afectado a unas 27.000 hectáreas, se encuentra ya sin llama tras la actuación de las cuadrillas nocturnas, lo que ha permitido la vuelta a sus casas de todos los vecinos que tuvieron que ser desalojados.
La mejora de la situación también ha permitido reabrir las cuatro carreteras provinciales que han permanecido cortadas la última noche, así como retomar la normalidad en la línea del AVE Madrid-Galicia, después de que durante varios días hubiera que hacer por carretera el tramo Zamora-Sanabria.
Por contra, los vientos cambiantes en la zona de Cebreros, al este de la provincia de Ávila, están complicando las labores de extinción del incendio declarado el sábado, al parecer por una colilla mal apagada, que obligó a desalojar el lunes a los 2.100 vecinos del Hoyo de Pinares y que ya ha calcinado 3.500 hectáreas.
Se mantienen cortadas al tráfico dos carreteras: la AV-502 (Navalperal de Pinares-Cebreos) y la AV-561 y preocupa el avance de este fuego hacia la Comunidad de Madrid.
En Zaragoza destaca el incendio de Ateca, que el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha calificado de "grave y muy preocupante", a lo que ha añadido que las previsiones no son "excesivamente optimistas" tras haber vivido una noche "muy complicada" por el cambio de dirección del viento.
Hasta el momento, se estima que hay unas 14.000 hectáreas afectadas y se han desalojado unas 1.700 personas de cinco municipios.
A consecuencia del incendio se han cortado las carreteras A-1502 A-2504, la A-2, y la N-2, además de la línea de ferrocarril convencional.
Está previsto que esta tarde visite la zona el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien reclama unidad de acción para reforzar las políticas medioambientales con el fin de frenar el cambio climático.
Sánchez, que por la mañana ha estado en la inauguración de la remodelación de la N-232 en Morella (Castellón), se ha mostrado "volcado con los efectivos de extinción y al lado de las personas afectadas" por los incendios forestales y ha lamentado la pérdida de biodiversidad y fauna tras haberse quemado ya el doble de la media de la última década.
Ha reiterado además un mensaje de prudencia ante estas olas de calor que no solo están provocando incendios "sino también se han cobrado por desgracia la vida de más de 500 personas" en España.
En Guadalajara, también continúa activo el incendio que desde el martes afecta a la zona de Valdepeñas de la Sierra y que ha provocado el desalojo de un centenar de vecinos de la zona, ha afectado ya a unas 3.000 hectáreas y preocupa en su flanco norte por su difícil orografía.
Y el portavoz del Gobierno riojano, Álex Dorado, ha indicado que "se sospecha que fueron provocados" los tres incendios declarados ayer, de forma simultánea, en La Rioja Alta, que afectaron a las zonas de Badarán, Santo Domingo de la Calzada y Torrecilla sobre Alesanco, donde quedaron arrasadas unas 400 hectáreas de terreno agrícola.
Según datos del organismo europeo EFFIS basados en imágenes por satélite, los incendios han arrasado en España en lo que va de año 187.676 hectáreas forestales, con lo que en poco más de seis meses y medio han ardido apenas 2.000 hectáreas menos que en todo 2012, año en el que ardieron el récord de 189.376 hectáreas.
El Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés) usa para sus cálculos imágenes satelitales de Copernicus, que indican que la superficie quemada hasta la fecha superara ya a la de todo 2017, segundo peor año de la serie histórica (iniciada en 2006), con 130.920 hectáreas arrasadas por las llamas.
Sus cifras superan ampliamente a las aportadas por el Gobierno, que, basándose en datos de las comunidades autónomas, ha cifrado en 70.000 las hectáreas arrasadas hasta el 10 de julio, con lo que no contempla los incendios de los últimos días.
Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica han apuntado que, además, las cifras reales de afectación de un incendio pueden tardar años en conocerse y que para una mayor precisión los datos deben tomarse sobre el terreno.
Según los datos de EFFIS recabados por EFE, España es el país europeo más afectado por los incendios en lo que va de año, seguido de Rumanía (149.264 hectáreas), Portugal (46.593), Francia (39.904 hectáreas), Croacia (30.889 hectáreas) e Italia (25.103 hectáreas).