La Policía Local de Torremolinos ha detenido a tres jóvenes como presuntos autores de un robo con violencia, tras la confesión de uno de ellos al ser preguntado por los agentes mientras esperaba en un vehículo a sus amigos.
Previamente dos agentes de la Policía Nacional habían sido comisionados por la Sala 091 a un domicilio en Calle Violín, donde encontraron al propietario de la misma con un martillo en la mano, manifestando que estaba durmiendo en su habitación cuando en la misma entraron dos personas vestidas de oscuro, pidiéndole dinero, mientras llevaban en la mano su tablet y su teléfono móvil.
El propietario de la vivienda les contó a los agentes que forcejeó con estas dos personas con gran violencia y les mostró su camiseta manchada de sangre al igual que su brazo así como varias erosiones. También indicó que, de momento, sólo echaba en falta sus tarjetas bancarias, su carta de identidad y noventa euros, habiendo logrado recuperar su tablet y su teléfono.
Los agentes observaron que la cerradura de la cancela de hierro del acceso a la casa estaba forzada y que en el salón de la vivienda había una gorra, que el denunciante manifiesta que no es suya, además de percatarse de que en varios sitios de la casa había restos de sangre.
Otros dos agentes, en este caso de la Policía Local, mientras patrullaban por la calla de La Cornisa observaron un vehículo circulando con las luces apagadas, cuyo conductor al percatarse de la presencia policial salió del mismo de forma precipitada tras lo cual los agentes le dieron el alto y le solicitaron su documentación, momento en el que manifestó que carecía de permiso de conducir y que estaba esperando a unos amigos. Los agentes observaron que el individuo presentaba una herida con sangre en la frente y que en el bolsillo llevaba 34.40 euros, entre los que se encontraba una moneda manchada de sangre.
Al ser estos agentes informados de que la Policía Nacional se encontraba en una intervención de un robo con violencia en un domicilio, procedieron a preguntar al individuo de dónde venía, momento en el que de forma espontánea les manifestó que tres amigos suyos habían entrado a robar en una vivienda, quedándose él fuera esperando, y que dos de esos amigos se encontraban en ese momento en una casa ocupada, a la que posteriormente se dirigieron los agentes, momento en el que vieron a otro individuo correr e interceptándolo. Este segundo individuo les manifestó que un amigo suyo necesitaba ayuda y lo encontraron tirado en un sofá, con sangre en la cara y quejándose de una pierna.
Por todo ello, procedieron a la detención de estos tres individuos, siendo informados del motivo de la misma así como de los derechos que les asisten según la legislación vigente. A continuación tanto los detenidos como la víctima fueron trasladados al Servicio de Urgencias de Atención Primaria San Miguel, donde esta última reconoció a uno de los detenidos como una de las personas que habían entrado en su casa, formulando posteriormente una denuncia.